viernes, 18 de febrero de 2011

Curro Garfias

JAZMÍN INACABADO

                     CEREMONIA DEL JAZMÍN
                     
                           El sur es un jazmín inacabado.
                        Invade el dulce olor los litorales.
                        Se deslíe la plata en su blancura.
                        El tacto incendia nieves increíbles.
                        Goza la mano lo que el ojo indaga.

                           Cerca está el jazminero. Se concreta
                        el sur en él como un azúcar líquida.
                        Como sales de lunas ofrecidas
                        en andaluzas copas jazmineras.

                           El sur de los jazmines. El aroma
                        en las crestas nevadas del asombro.
                        La gloria casi azul de las almenas.
                        La cal tan coronada. Los tritones
                        de pórfidos nublados. Los jinetes
                        que se llevan la noche. La muralla
                        por donde trepa el sol de las auroras
                        en tanto el surtidor, en solitario,
                        sube al limón y muere.

                           Dan jazmines de sangre las muchachas.
                        Jazmines en los pechos como brújulas.
                        Carne de los jazmines. Carne fría
                        de la biznaga de la tarde. Mirlos
                        que trepan por los cuellos de jazmines.
                        Lo blanco aquí en el sur tiene su nombre
                        y jazmín se apellida esta blancura.

                           ¿Habéis  cogido, regido, alzado
                        un jazmín con el alba? ¿Habéis trenzado
                        jazmines con jazmines de agonía,
                        jazmines a dos bocas, a dos lunas,
                        a dos penas también?
                                                            Andalucía
                        se queja aquí en el blanco de la muerte,
                        en el peligro intacto del jazmín.
                        Marfil y nácar para los harapos,
                        espumas resbaladas y sutiles
                        por el filo muriente de los oros,
                        por la cornada gris de la pobreza.
                        Cristales que se empañan y columbran,
                        pequeñísimas velas que zozobran
                        en la marea de la soledad.

                           Olor agudo. Ondeador remate.
                        Mantel de aroma en donde muere el cisne.
                        Andalucía acaba aquí y empieza.
                        Se muere y nace aquí. Por la blancura
                        ceremonial y fiel del jazminero. 
                                                                        Francisco Garfias

martes, 8 de febrero de 2011

El jazmín

Don Francisco Garfias López (Escritor)

Francisco Garfias López

BIOGRAFÍA
  
Nació en Moguer, provincia de Huelva (España) en el año 1921. En 1937 fue voluntario al servicio militar, pasando 18 meses en San Fernando (Cádiz). Tras acabar vuelve a Moguer, cursando estudios de magisterio en Huelva y obteniendo el correspondiente título en 1940.
Influenciado por la atmósfera juanrramoniana en que vivió empezó a escribir sus primeros versos. A la par inició su admiración por el nobel moguereño. En 1942 comenzó los estudios de filosofía y letras en la Universidad Hispalense. Este mismo año publica su primer libro de poesía "Caminos Interiores".
Entre 1942 y 1947 escribe “Vendimia” y “El horizonte recogido”, mientras sacó la licenciatura de periodismo. Con el libro "Juan Ramón en su reino" obtuvo el premio "Juan Ramón Jiménez" de ensayo otorgado por el I.N.C.H. y el Ministerio de Educación en 1967. Otros libros escritos por el poeta son “Manificat”, “Entretiempo”, “Jardín inacabado”, etc.
En 1971 le concedieron el Premio Nacional de Literatura, por su obra “La duda”, libro de gran tensión existencial y profundidad religiosa. "Acción Cultural" (1964), "Santo Domingo de Silos"(1972), "Alcaraván"(1982),"Ángaro" (1982) y "Fernán González,(1984) han sido otros premios recibidos y en los años 1951 y 1965) las Pensiones de Literatura de la Fundación Juan March.
Ha destacado también por su labor de difusión de la vida y obra del Nobel moguereño Juan Ramón Jiménez y Rabindranath Tagore. Trabajó como compilador y editor de una parte importante de los textos inéditos de Juan Ramón. Garfias rescató la intrahistoria del poeta buscando información entre sus familiares y personas de Moguer con las que tuvo relación.
Es miembro de instituciones literarias españolas y extranjeros, como las "Academie Belge-espagnole de l"Histoire", "Gran Duque de Alba", "Academia de Buenas Letras, Bellas Artes y Ciencias San Leandro" y "Sociedad Mexicana de Geografía" entre otras. 
OBRA:  

En 1942 publica su primer libro de poesía "Caminos Interiores" y desde entonces, a lo largo de los años, han aparecido dieciocho libros suyos de este género en diversas editoriales españolas. 
  • Caminos interiores (Jerez de la Frontera, 1942) 
  • El horizonte recogido : poemas (Madrid, 1949)   
  • Magnificat : (poema a la Asunción de María) (Madrid, 1951)
  • Ciudad mía (Sevilla, 1961)
  • Poemas de Italia (Madrid : Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Acción Cultural, 1964)
  • Aunque es de noche (Madrid : Rialp, 1969)
  • Entretiempo (Málaga : Librería anticuaria, 1970)
  • La duda (Madrid : Oriens, 1971)
  • Escribo soledad (Sevilla : Aldebaran, 1974)
  • Desde entonces : (cartas inacabadas) (Sevilla : F. Garfias, 1982) * Jazmín inacabado (Sevilla, 1986)
  • Pájaros de la cañada (Madrid : Escuela Española, 1989)
  • Entretiempo ; Libro de los homenajes (Huelva : Diputación Provincial, 1993)
  • Flores para Zenobia y otros poemas (Huelva : Diputación Provincial, 1995)
  • Cincuenta años : antología poética (1942-1992) (Huelva : Diputación Provincial, 1997)
  • La nieve encendida : antología breve (Huelva : La Voz de Huelva, 1999)
  • Canción a tres voces (Moguer : Fundación Juan Ramón Jiménez, 1999)
  • Testigos de la pasión (Sevilla : Consejería de Relaciones Institucionales, 2004)
  • Vendimia en la sangre : (poemas de amor con los sonetos de la voz cansada) (Sevilla : Arcibel, 2006) 
  •  También ha cultivado el ensayo, la biografía y la narrativa. En prosa ha publicado nueve libros, habiendo obtenido, "Juan Ramón en su reino", el premio "Juan Ramón Jiménez" de ensayo otorgado por el I.N.C.H. y el Ministerio de Educación (1967). Ha editado diez títulos, como antólogo de poesía española e hispanoamericana, sobre poesía de diferentes países en lengua española. 
  • Sus veintinueve ediciones sobre las obras de los Premios Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez y Rabindranath Tagore, hacen de Francisco Garfias una de las máximas autoridades críticas de la obra de Juan Ramón Jiménez. Trabajó como compilador y editor de una parte importante de los textos inéditos de Juan Ramón. Garfias rescató la intrahistoria del poeta buscando información entre sus familiares y personas de Moguer con las que tuvo relación. Dentro de esta faceta como crítico literario y ensayista podemos destacar:
  • Selección de estudios como crítico literario en la Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía.
  • "Juan Ramón en su reino" (Francisco Garfias y prólogo de Arturo del Villar). Fundación Juan Ramón Jiménez, Huelva 1996.
    • Como pregonero y exaltador ha cantado las fiestas, Semana Santa y romerías no sólo de su pueblo, sino de numerosas localidades y capitales de la geografía provincial, regional o nacional, estando considerado uno de los mejores oradores de este género, en el que el poeta conjuga una excepcional calidad artística con su exquisita voz:
    • Palabras en la orilla: (Conferencias y pregones onubenses) / Francisco Garfias. Huelva 1985 
    • Montemayor (Moguer : Hermandad Matriz de Montemayor, 1994).
    • PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS: 
    • Consiguió el Premio Nacional de Literatura en 1971 por su obra “La duda”, libro de gran tensión existencial y profundidad religiosa. Otros premios recibidos han sido: "Acción Cultural" (1964), que concede el CSIC ; "Premio de Ensayo del Instituto de Cultura Hispánica" (1967); o los premios de poesía: "Santo Domingo de Silos" (1972), "Alcaraván" (1982), "Ángaro" (1982) y "Fernán González" (1984). Además, en los años 1951 y 1965 fue premiado con las Pensiones de Literatura de la Fundación Juan March.En el ámbito local, ha sido galardonado con el Perejil de plata de la Fundación Juan Ramón Jiménez, y es Miembro de Honor de la Fundación Juan Ramón Jiménez por su extraordinaria contribución a la proyección de la obra del Nobel, con más de 40 libros publicados. Además, ha sido nombrado Hijo Predilecto de Moguer y condecorado con la Medalla de oro de la Muy Noble y dos veces Muy Leal Ciudad  de MOGUER, también el Excmo. Ayuntamiento rotuló con su nombre una de las calles del casco histórico; así como rotulándose con el nombre de Francisco Garfias uno de los Institutos de Secundaria de la ciudad.


martes, 1 de febrero de 2011

HIMNO A MOGUER

Moguer, pueblo colombino
De luz, de flor y de cal
De insignes descubridores
Y de burrillo inmortal
De campiñas encendidas
Por la vida y el trigal.

Luna de Ojiva
Conventual
Repique y Patio
Reja y Cristal

Y desde la antigua orilla
Le dice una voz sencilla
Con Juan Ramón en el centro
Eres "blanca maravilla,
La luz con el tiempo dentro"
La torre busca más cielo
El río busca más mar
Y el corazón en su anhelo
Busca amor, justicia y paz

Desde el dulce Nazareno
Que alumbra la madrugá
Hasta la vieja espadaña
Montemayor del pinar
Desde el claustro hasta el castillo
De la ribera al fresal

Muro barroco
Plaza imperial
Casona ilustre
Verso y cantar

                Francisco Garfias

Francisco Garfias y José A. Tello

In memóriam

                No hay melancolía sin memoria ni memoria sin melancolía. 

A la memoria de Don Francisco Garfias López


He recibido la triste noticia y aunque esperada,  se me ha sobrecogido el corazón, amigo Curro.

Tú te vas y nosotros seguiremos como si estuvieras entre nosotros; porque tú no eres sólo tú. Tú eres tú y tu alma, y ésta queda perfumando desde Santa Juana, la espadaña de la torre, todos y cada uno de los rincones de tu pueblo blanco lleno de colores por tu fresca, profunda, rica y emocionante poesía.

¿Qué puedo hacer por ti, don Francisco?: ¿Escribir? -escribir a penas me atrevo después de leerte tanto, ¿Rezar? – rezar no me acuerdo después de tanto tiempo sin hacerlo, ¿Lamentarme? – El lamento es la actitud del fracaso y la muerte nunca ha sido un fracaso y mucho menos para ti, creyente y hombre de fe. 

Pienso en ti y parece que te intuyo, ya sé que puedo hacer por los jóvenes, por los no tan jóvenes, por tu pueblo, por la provincia entera, por Andalucía por los hispanos hablantes y ¡Cómo no! Por toda la humanidad, pues ésta ha sido tu misión en tu etapa de humano, trabajar desde tu pluma, desde tu privilegiado talento, desde tu sentido y roto corazón, desde la palabra. Esa palabra que ha manado decenas de años desde la más honda intimidad y ha tenido el valor, la gallardía de no guardarla egoístamente, como hacemos muchos en la privacidad de nuestro ego, y proclamarla y regalarla y recitarla a todas y a todos aquí y allí al mismo tiempo.

He recibido la triste noticia y ya sé, gracias a ti de nuevo, qué puedo hacer desde este mismo momento. Sentarme delante del ordenador y desde la tristeza porque te vas, desde la melancolía a tu memoria, teclear para nuestro alumnado del Instituto de enseñanza que honorablemente bautizaron desde su inauguración con tu nombre  y para que, a través de la red de redes, puedan más que leer, disfrutar de una de tus obras en la que pinta con esas palabras polícromas y mágicas los lugares de tu pueblo y  del entorno, a tu Moguer, a nuestro Moguer…

Con la triste noticia porque te vas,  se me quiere escapar un adiós, amigo Curro, pero aguanto el sollozo y me pongo manos a la obra, porque antes de que te reciban los ángeles, antes que la tierra vuelva a la tierra, en este periodo de vigilia, me comprometo a cumplir con el  encargo de tu siguiente estación… Dar vida a la vida, inacabada como el jazmín, enterrada la muerte…¡Un fuerte abrazo y hasta siempre!.

                                                        Moguer, 26 de Octubre de 2010
                                                                    José Antonio Tello Díaz.

 La Comunidad Educativa del I.E.S. “Francisco Garfias” se siente huérfana en el día de tu partida.

La pequeña Giralda

                                   MOGUER
                            Tanto te nombraron. Tantos                     
                         que el alma se te hizo carne.
 De tanto nombrarte, sólo
 te quedó un nombre imborrable.

   Los pueblos tienen su alma
como la llama su aire.
¿De qué color es la tuya
que se me escapa esta tarde?
Del color de aquella huida
que no tiene quien la ampare.

   Te estoy nombrando sin voz.
Sin eco, por no gastarte.
Entre-dientes y entre-ojos,
a medio sorbo distante.
La palabra que no dije
de pronto se me hizo sangre.

   Te dije campo y te supe
rumor de pinos y mares.
Te dije padre o te dije
clariver. Y fue bastante.
Agolpado, a sol y sombra,
entreherido, desolado,
tú, innombrable.

   Todo el campo a tu cintura
sin que tú te sobresaltes.
Todo el campo enajenado
alrededor de tu talle.
Y yo, tu nombre, soñando.
Y yo, sin nombre, soñándote.
Creciéndote en el costado
como un recuerdo de nadie.

   Me puse a nombrar tu nombre
para ver si así, nombrándote,
el pecho se me ponía
como el pecho de la tarde.

   Tú por el azul. Yo a solas
por tu blancura de jaspe.
La forma de mi pensar
tienes de tanto pensarte.
                                 Francisco Garfias

El Pino grande



El pino grande by jurotomohu

El pino grande


EL PINO GRANDE            de Francisco Garfias

Ayer, al ponerse el sol,
el pino grande me hablaba:
-¿Qué harás sin romero y sin
rumor de viento y de agua?

El pino iba repitiendo
mis glorias deshabitadas:
mis paraísos perdidos,
mis cercanías lejanas,
pájaros que me cantaron,
lluvia que me acompañaba,
moradillo del mastranzo,
goteado de la jara,
gracia del almoraduj
y grito de la retama.
-¿Qué harás sin el viejo arroyo
en tu soledad callada?

El pino, terco, seguía
enumerando nostalgias:
el nido de la oropéndola,
el canto de la calandria,
el chopo y el eucalipto
de canela descolgada.
Aleros que fueron míos
con golondrinas y escarchas.
Todo lo que ayer olía
a madre y a  gloria exacta.
Todo lo que ayer fue música
dentro de mi pentagrama.
-Cállate, pino mellizo,
no me remuevas la llaga.

Y el pino calló de pronto
porque el poeta lloraba.

Pinos mellizos