martes, 1 de febrero de 2011

In memóriam

                No hay melancolía sin memoria ni memoria sin melancolía. 

A la memoria de Don Francisco Garfias López


He recibido la triste noticia y aunque esperada,  se me ha sobrecogido el corazón, amigo Curro.

Tú te vas y nosotros seguiremos como si estuvieras entre nosotros; porque tú no eres sólo tú. Tú eres tú y tu alma, y ésta queda perfumando desde Santa Juana, la espadaña de la torre, todos y cada uno de los rincones de tu pueblo blanco lleno de colores por tu fresca, profunda, rica y emocionante poesía.

¿Qué puedo hacer por ti, don Francisco?: ¿Escribir? -escribir a penas me atrevo después de leerte tanto, ¿Rezar? – rezar no me acuerdo después de tanto tiempo sin hacerlo, ¿Lamentarme? – El lamento es la actitud del fracaso y la muerte nunca ha sido un fracaso y mucho menos para ti, creyente y hombre de fe. 

Pienso en ti y parece que te intuyo, ya sé que puedo hacer por los jóvenes, por los no tan jóvenes, por tu pueblo, por la provincia entera, por Andalucía por los hispanos hablantes y ¡Cómo no! Por toda la humanidad, pues ésta ha sido tu misión en tu etapa de humano, trabajar desde tu pluma, desde tu privilegiado talento, desde tu sentido y roto corazón, desde la palabra. Esa palabra que ha manado decenas de años desde la más honda intimidad y ha tenido el valor, la gallardía de no guardarla egoístamente, como hacemos muchos en la privacidad de nuestro ego, y proclamarla y regalarla y recitarla a todas y a todos aquí y allí al mismo tiempo.

He recibido la triste noticia y ya sé, gracias a ti de nuevo, qué puedo hacer desde este mismo momento. Sentarme delante del ordenador y desde la tristeza porque te vas, desde la melancolía a tu memoria, teclear para nuestro alumnado del Instituto de enseñanza que honorablemente bautizaron desde su inauguración con tu nombre  y para que, a través de la red de redes, puedan más que leer, disfrutar de una de tus obras en la que pinta con esas palabras polícromas y mágicas los lugares de tu pueblo y  del entorno, a tu Moguer, a nuestro Moguer…

Con la triste noticia porque te vas,  se me quiere escapar un adiós, amigo Curro, pero aguanto el sollozo y me pongo manos a la obra, porque antes de que te reciban los ángeles, antes que la tierra vuelva a la tierra, en este periodo de vigilia, me comprometo a cumplir con el  encargo de tu siguiente estación… Dar vida a la vida, inacabada como el jazmín, enterrada la muerte…¡Un fuerte abrazo y hasta siempre!.

                                                        Moguer, 26 de Octubre de 2010
                                                                    José Antonio Tello Díaz.

 La Comunidad Educativa del I.E.S. “Francisco Garfias” se siente huérfana en el día de tu partida.

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